Bendigo la falta de fuerza
que te deja exhausto
con cabeza gacha
y sin intereses
porque te evita muchos quebraderos
y algún abuso que otro
en nombre de tu ingenio
y tu inquebrantable fortaleza.
Tú que puedes con todo,
que ni enfermo evitas,
que no cuidas de cuidarte,
el día que te falle
esa tensión que te gastas
podrás sentarte y curarte
y hacer justicia contigo.