Tuve el tiempo,
no supe usarlo.
Se me fueron las riquezas en lamentos,
ropa perdida y neuronas
por escuchar a hologramas.
Y no creíste en lo que se quedaba
cuando te estaban esperando
sin que quisieras verlos.
Fuiste diciendo yo puedo,
comiéndote uno a uno a cada socio.
Y era un túnel sin final
por donde pasaron los trenes más huecos.
Tengo el día,
sabré aparcar la dopamina
y escuchar a tiempo.