Me pregunta mi hijo
qué cosas no me gustan.
Contesto: la injusticia.
No le digo: los ciclos de la luna.
Después quiere saber
qué cosas me apasionan.
Le digo: el chocolate, el té, las flores,
las palabras, las historias,
la música, el silencio.
Me olvido y me arrepiento: tus abrazos.
Quiere saber si creo en Dios.
Respondo: todo el mundo cree
de forma irracional y absurda en algo.
Los dioses o el dinero.
Por mi parte yo tengo
fe ciega y sin dudarlo
en el amor y en la vida, hijo,
en el amor y en la vida.