En ese bosque
maldito o encantado
del tiempo
buscas multiplicarlo, encerrarlo
en el lugar donde guardamos lo que no queremos ver
(escobas, amores, la muerte
haciendo toc toc en tu hombro).
Somos fotos de fotos
ocupando la línea de puntos perfecta
donde debíamos haber estado y sin embargo.
Elegir es un verbo poderoso.