Uncategorized

La plaza

El golpe de mazo
del recuerdo perfilado
de unos azulejos
azul y amarillo.
Una luz divergente
en el cuerpo del delito
en aquel espacio verde
de piel arrancada.
Y se puede seguir y seguir
(la mano sobre lo suave,
la mano que se despista…)

Pero ese tren llegó al destino
y no era ida y venida el viaje.

El bebé Lindbergh no volvió,
no busques lo que se ha perdido.

Pero no dejes que pasen todos
los regresos posibles.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s