Hay algunas mujeres
que no son la diosa Atenea y podrían, si quisieran,
caminar como ella por un escenario. El público
abajo observando en qué van a equivocarse.
Hay algunas mujeres que han sacado
adelante a mil mujeres y es por eso
que se escriben las tragedias con sus nombres. Pensadlo.
A su altura no llegamos, pero estamos
enredadas en ese mismo destino. Sonreímos.
Vamos a llegar hasta él haciendo que ignoramos
lo que nos espera en ese cuadro de luz
que deja la ventana bien cerrada.