
He conducido este vehículo por la carretera más pedregosa,
interruptores constantes,
no hay manera
de continuar
tropezando con sílabas entrecortadas.
Y ahora qué, por dónde. El cerebro
quiere que le enseñes el camino,
ya no puede andar parando en cada puesto.
La feria cierra y deja huecos que no llenas.
La feria cierra y con ella la estruendosa
maravilla que te hacía regar de risas las macetas
y arañar tus venas cuando la tierra
no era suficiente.