Has sido llamado
a crearte un gran nombre.
Te animan, tú puedes. Pero el caso
es que nadie puede con todo
lo que se supone que uno debe.
Estás intentando explicar
que ya ha pasado el límite necesario,
que hay que rendirse, decir adiós.
Pero tú puedes. Tú puedes. Tú puedes.
Porque eres listo y fuerte y buen hijo
y los demás necesitan que puedas
más que tú mismo.
Han venido a escuchar sus querencias
puestas en tu cuerpo que aguanta.
Han venido a decirte que te conocen
aunque no sepan de ti ni siquiera
que un día más así
acabará contigo.