
Soy la mezcla de estrategias, espiritualidad y ética.
Una escapada a lo grande,
una fuga sin restricciones,
sonrisas a los órganos del cuerpo,
mantengámoslos contentos.
Humildad, silencio, franqueza,
no puedo ser quien quieres que sea,
yo no miento,
se me enferman los riñones si lo hago.
Soy la reacción termidoriana
que acabará con el orden conocido
y nadie notará nada,
concentra los rayos tras la lente,
se quemará el universo y la ceniza
purificará el aire que quede.
Disfrutaré el color de las naranjas, su energía
multiplica los efectos de toda palabra dicha en redondo.
Vendrán capas altas de la atmósfera y habremos de tragar,
o mejor, cocinemos algo rico con la pena.
Soy un zumo vitamínico sin azúcar añadido,
no comprendo lo que está dicho de espaldas y entre dientes.
Voy siguiendo los ladrillos uno a uno,
línea recta comprendida entre mil puntos,
nunca llego, la meta siempre entre yo y los otros.
He visto lo que siempre supe
delante de mi frente,
continuamente lo tuve señalanado mis defectos,
somos amigos ahora,
aunque siempre nos arrepentimos del exceso en toda forma.
Estreno estado de nueva ignorancia,
era provisional sabelotodo, caprichosa y realmente
conmovedora con mis ojos infantiles de muñeca.