
Buscar una diana con dardos no afilados.
Fiarse de las sonrisas y no de las banderas.
Hacer un poco de teatro.
Confesar cosas en alto.
Caminar por las calles anchas evitando los rincones oscuros.
No dejar que se me pegue más tierra.
Seguir el viaje.
Si puede ser, contigo.
Me encanta.